CAPITULO LXIX
Epílogo
Lamentamos comunicarle nuestras
condolencias por el fallecimiento de Mrs. Aurora junto a su marido en la fecha
11 de Septiembre del año 2001 en trágicas circunstancias, un día que jamás
olvidará nuestra querida nación por los atentados perpetrados contra la ciudad
de Nueva York y contra el estado soberano de Estados Unidos de América, Dios
los tenga en su gloria. Este era el resumen aproximado de la terminación de la
carta recibida en mí correo electrónico, me quedé absolutamente helado, me
sujetaba la cabeza mientras esperaba equivocarme en la sensación de vacío que
sentía, todo se vino abajo, en mi cabeza se produjo un corto circuito al
desplazarme hasta la cocina y apagar como un autómata el botón de la placa de
inducción retirando la comida que empezaba a llenar de suculentos olores
capaces incluso de deleitarme antes de sentarme para disfrutar de su sabor. El
día había fallecido fundiendo de esperanzas mis ganas por cualquier actividad
que no fuera acostarme en mi habitación a oscuras, soy alérgico a la cama si no
se trata de dormir, nunca he tenido costumbre en descansar en la siesta, era
absolutamente reacio a perder el tiempo mientras el mundo no dejaba de girar y
yo de perseguirlo en busca de conseguir una inversión que llenara mis momentos
de asueto.
Nadie se enteró de mi ausencia del
mundo de los vivos, de noticias, problemas, del sol o de las nubes y así
permanecí aproximadamente una semana desconectado absolutamente de todo,
aborrecí internet odiándolo como si fuera el enemigo, me sentía herido y
ausente intentando establecer una cadena de acontecimientos en los que pudiera
entender porqué Dios permitía actos tan espantosos, por supuesto aquel acto de
terrorismo infame ya era una parte de la historia negra del mundo y sus mierdas
de guerras y matanzas por liderar fanatismos con un fondo religioso, valientes
hijos de perra, Dios los maldiga a todos por ser tan descerebrados e inculcar
su veneno de intolerancia incluso a sus propios hijos. Asco de mundo, me daba
cuenta que a medida que las nuevas tecnologías nos invaden cada vez tenemos
menos sensibilidad por tanta crueldad en noticias e imágenes, mercado del morbo
en el que todavía se practican los golpes de pecho entonando el mea culpa al
mirar al cielo mientras con la otra mano acusan, denigran, humillan y critican
al vecino sin cargos de conciencia y sin pudor.
Ahora con los años transcurridos los
hechos no tienen remedio, pensaba el horror de un día supuestamente como otro
cualquiera en una de las muchas oficinas con las que Aurora supervisaba
reuniones de negocios de diferente índole junto a su marido, pienso en el
instante de percibir una explosión brutal con un fogonazo con forma de destello
blanco, un pitido tan intenso que revienta los tímpanos para a continuación
flotar en la inmensidad del vacío eterno, tan solo me puede consolar la fugaz
esperanza de que tanto ellos como otros que perecieron no les dio tiempo de ver
como la muerte se los llevaba con las negras alas del odio de sus asesinos.
Pero fue otra la realidad, sacando fuerzas por saber la verdad de mis amigos
con el tiempo supe que la verdad incluso pudo ser peor y no tan sencilla.
Aurora junto a su marido cogieron el
vuelo 11 de la compañía American Airlines en el Aeropuerto Internacional Logan
de Boston a las 8.00 h. con destino a la ciudad de Los Ángeles, un Boeing 767
con 92 pasajeros, se disponían a visitar a unos amigos venezolanos residentes
en Estados Unidos desde hacía poco menos de un año. Veinte minutos después del
despegue la azafata informa a la torre de control la alerta de secuestro del
aparato que en esos momentos ya pilota uno de los terroristas haciéndose con el
control del aparato, tan solo transcurrieron cuarenta y seis minutos y treinta
segundos para que el avión finalmente fuera incrustado en la torre norte del
World Trade Center con la conmoción posterior al contemplar la macabra escena
en todos los lugares del mundo. En este vuelo cinco terroristas, cuatro de
ellos de Arabia Saudita y uno egipcio, todos integrantes de la red yihadista
Al-Qaeda. Por respeto en la memoria de tantos inocentes no haré más reseñas
sobre un acto que considero el peor que he visto en mi vida y del que pensé nos
avocaría al borde de la tercera guerra mundial, afortunadamente a pesar de las
represalias posteriores en continuar con la barbarie muchas acciones encubiertas
por asesinatos que los gobiernos implicados se encargarían de tapar no verán
jamás la luz evitando con ello el asco por tantas y tantas muertes
injustificables.
¿La gran pregunta? ¿Y después qué? nada,
la vida continúa, el tiempo pasa y las heridas dejan de doler por ser ya en
estos tiempos algo inherente al ser humano, vamos demasiado deprisa buscando
encontrar incluso algo tan simple a la vez de complejo en su entendimiento como
la esencia de conocernos a nosotros mismos, que gran paradoja, tantos avances
mundiales en cualquier tipo de ciencia ficción y nos hemos dejado atrás la
semilla de la creación de Dios, el alma del ser humano, supuestamente el ser
humano a viajado a través del espacio hasta aterrizar en la luna sin
previamente encontrar la estrella en nuestros corazones. No confundan mis
palabras con alguna devoción por la religión, nuevamente repito que no soy
seguidor ferviente de ninguna rama creada por el intelecto humano para dirigir
oscuros intereses personales como a la larga nos desvela la propia historia.
Por un momento me veo divagar en poesía filosófica barata a inútil sabedor que
cada uno de los que puedan leer estas palabras tienen culturas, creencias y
convicciones totalmente opuestas a las que formulo en mis divagaciones
mentales, pero, con todos mis respetos, no opines lo que no te ha tocado vivir,
una genial frase moderna y rotunda sobre los obstáculos que he sorteado en mi
agitada vida y que quizás otros la puedan haber sufrido de forma diferente.
Hablo en primera persona confesando
una pequeña parte del hilo que vamos dejando tras nosotros y no del cumulo de
tramas que componen la madeja en tantas ocasiones que no merecen ver la luz
ante ojos profanos. Quienes me han conocido y lean tantas barbaridades me verán
identificado en todo lo que cuento, muchos de ellos fueron los artífices de
manifestar con su ánimo que plasmara por escrito episodios puntuales hoy
encadenados de una cierta coherencia no exenta de los típicos errores por no tener
una escuela que me guiara a corregir mis defectos escribiendo, lo que si tengo
claro es, a pesar de todo, no renuncio a intentarlo soportando las críticas
como algo constructivo en mi intento por aprender, son necesarias las opiniones
contrarias de vez en cuando para bajar
el ego, reconozco en la mejor fórmula para narrar algo con sentimiento es
sentirse lo bastante humilde para aguantar un chaparrón de quienes entienden de
libros.
He leído con verdadera pasión las
palabras escritas por el misterioso fraile de sus andanzas por tantos lugares
del mundo, al llegar a los capítulos en los que hace referencia a su estancia
en Gran Canaria me he quedado estupefacto, no puede ser, me repito una y otra
vez, en cuantas ocasiones habré compartido los mismos pasos por lugares en los
que él visitó, se lo comento a mi esposa y por consiguiente a mi hija a las que
huyen cada vez que nombro el siglo XVI, mi mujer me recrimina por la obsesión
provocada en mi pasión desmedida en sus páginas, me pregunta ¿a quién le puede
interesar esas tonterías? No tengo respuestas a eso, en casa ya están
acostumbrados a pensar que estoy poseído o sencillamente gilipollas sin
remedio. ¿Cuántas veces habéis deseado una vida de emociones o que simplemente
suceda algo inquietante para dar sentido a la rutina y el aburrimiento? Yo ya
creo haber experimentado una emoción transmitida por un dossier del pasado y
sería muy egoísta por mi parte destruirlo u ocultarlo al mundo.
Vuelvo a pensar en el azar de
acontecimientos o quizás como leo en los capítulos finales de la historia del
monje en señales, es donde descubro e intuyo de sus pesadillas convirtiéndolas
en mías, me inquieta, las noches ya no son iguales desde que terminé de leer
sus andanzas, ha sido una experiencia in crescendo al intensificar su propia
madurez a medida que hacía nuevos descubrimientos, reconozco haber aprendido
muchas cosas que desconocía, en la completa oscuridad de mi habitación le doy
vueltas a tantos misterios que encierran palabras aturdiendo mi intelecto hasta
agotarme para dejarme dormido y exhausto, tengo sueños de los que me cuesta
recordar, no, nada de cosas extrañas tan solo tener la cabeza con ideas y
temores por tantas coincidencias, permitidme no confesarlo todo por ser
estrictamente personales e incluso difíciles de entender o explicar por escrito,
piezas de un puzzle de fragmentos acaecidos hace muchos años y que nuevamente
pueden ser tan solo casualidades.
Retén lo que vivas, nunca olvides lo
que veas y escribe lo que sientas con todos sus detalles, siempre habrá alguien
que pueda escuchar la historia de tú vida. Medito sobre ésta frase en las
memorias del fraile mudo, es curioso, hasta la fecha jamás había leído la vida
de alguien carente de voz en la que me imagino su impotencia para dejar su
herencia de sacrificio por los demás en tan solo palabras, actualmente vivimos
la era de los avances tecnológicos cuando lo realmente importante es el ser
humano en su integridad, sin minusvalías para poder competir en una sociedad
tan depredadora, mercadillo de marcas, novedades, intereses y egoísmos por
tener siempre objetos que puedan saciar lo que interpretamos por felicidad.
Ahora entiendo el mensaje con el que me advirtió Aurora en su carta, he leído
en varias ocasiones muchas partes de la vida de Pedro de León para intentar
desmenuzar mensajes adaptándolos a pesar de los años a mi vida cotidiana rescatando
de ellas mensajes subliminales, el primer capítulo lo publiqué el 23 de Febrero
(una fecha importante en la historia de España) y desde entonces el latir
constante en forma de parpadeo de la pantalla del ordenador consigue rellenar
las lagunas mentales con las que razono por entender.
Mil gracias a todos
los que por curiosidad visitan los 69 capítulos que componen esta historia, a
partir de ahora me quedaré vacío de sensaciones, huérfano de compañía en la
emoción sincera por ver estadísticas en un gráfico. Asombrado en que el mundo
sea tan inmenso, entiendan que no soy tan estúpido, me refiero a la cantidad de
almas sedientas en leer un mensaje sin ánimo de conseguir beneficios, ya los he
conseguido créanme, gente con espíritu crítico y no por ello creadores de
optimismo por la lucha humilde de nuestros sueños individuales, es hora de
cerrar capitulo, contemplo el pendrive y me fijo en unas letras escritas en
chino, 中国制造,
Retiro el dispositivo del ordenador con una
última duda que tomo como reflexión personal, ¿seré victima de mensajes del
pasado en paranoias que traicionan las bases de mi propia cultura? ¿O puede que
se trate sencillamente de los cuentos de un loco?...
THE END
Así queda
más guapo, como en las pelis.