sábado, 29 de septiembre de 2012

CAPITULO LXVII, Conexiones con el pasado.


                                                                      CAPITULO LXVII
                                                                Conexiones con el pasado

 
 

            ¡¡Vale, bueno!! Es posible que exagere un poco pero el noble arte de la caligrafía hablaba de quien lo había hecho, hablaba de su personalidad tan solo por los rasgos característicos en la escritura, se transmitía una parte de cada uno por preservar la propia identidad y la personalidad de su autor. Tranquilos, ya le he dado la vuelta al sobre y me quedo asombrado con lo que contemplo, vuelvo a rebobinar en mi cabeza lo que ya no esperaba, el remitente, con una caligrafía excelente y depurada ha preferido hacerme llegar un sobre dedicando su tiempo y manteniendo un estilo de secretismo obsoleto para hacerme sabedor de su existencia, un sobre enviado por Aurora con treinta años de atraso en mi actual vida.

            He tenido que sentarme en la soledad de una casa que respira silencio con una calma de presagios guardados ante el mundo e invisible a la lucha interna por contener las emociones del hallazgo, palpo el sobre como el niño que intenta averiguar la sorpresa de su interior, soy consciente que al abrirlo se difuminará la ilusión, ya no existirá la magia infantil por saber de su contenido, descubro un bultito de algo duro en su interior mientras abro con cuidado el precinto con el que está cerrado, por la imprimación de los sellos de correos se me hace imposible averiguar en qué fecha enviaron el sobre y el remite corresponde a una dirección en Nueva York, posiblemente de una oficina tratándose de una zona financiera donde recuerdo me comentó Aurora tenían una de las muchas sucursales de la empresa multinacional que dirigía su marido, el gordinflón posiblemente amanerado que conocí hace ya muchos años.

            No puedo calificar de decepción al ver un folio escrito del puño y letra de Aurora, como es lógico la cabecera de la carta habla de los deseos por el bienestar por mis padres y familia en general que leo de un tirón sabiendo que la educación obliga a iniciar cualquier carta redactada con intenciones copiadas como un cliché impuesto de toda la vida, cuando escribió esa carta ella desconocía lógicamente que mis padres ya no viven y que incluso yo tengo mi propia familia por la que me desvelo en mantener lo más unida posible en unas situaciones cambiantes según aparecen nuevos problemas o sencillamente retos por los que luchar en una sociedad tan competitiva.

            Por su tipo de letra deduzco el nerviosismo al transmitir el mensaje, escrito con palabras muy marcadas en el papel en lo que demuestra la presión al sujetar el bolígrafo, a pesar de la pulcritud y el orden en renglones veo palabras que se diluyen perdiendo la natural conexión entre el cerebro que ordena y la mano que ejecuta la acción de escribir, me pone en antecedentes para recordarme la famosa Biblia que descubrimos y la extrañeza de no volver a saber nada de mí, me explica que por mediación de mi amigo Aurelio pudo conseguir la dirección de mis padres para contactar conmigo, hablaba de viajes que tuvo que realizar para encontrar a alguien de confianza para traducir lo que habían escrito en el sagrado libro. Tardó un tiempo en encontrar alguien de confianza y posteriormente obligarle a guardar secreto ante abogados e incluso un notario, absolutamente nadie podría revelar la historia escrita después de su traducción al alemán, un claro error ya que posteriormente sería traducida nuevamente al español viendo el origen de su protagonista, se trataba de la vida de un joven nacido en España en el año 1500 sus andanzas por medio mundo con descripciones detalladas de cómo se vivía en el siglo XVI, he leído hasta esta revelación y ya empiezo a sudar, me imagino al moderno de mi hijo si le cuento de que va este rollo y seguramente me dirá ¿qué me estas contando? ¿qué farra es esa? Viejito ¿alucinas? O ¿te has fumado un porro caducado?

            Rápidamente mi cabeza empieza a cavilar qué sentido tiene toda esta trama, ¿Qué tiene que ver la segunda guerra mundial con el siglo XVI? Vuelvo a releer la carta y no hay error, cada vez me veo más atontado y decido continuar leyendo, Aurora me repite continuamente que no me voy a creer algo tan inaudito, ¿porqué un prisionero judío iba a escribir un relato tan distante en el tiempo? Me siento agotado, reconozco comerme la cabeza con acertijos raros pero esto es un jeroglífico que me queda muy grande, paciencia me repito, termina de leer, Aurora me revela que se trata de un manuscrito posiblemente copiado del original, su protagonista, un jesuita atormentado por inquietantes revelaciones en la búsqueda de su propia identidad con un fenómeno acaecido siendo un niño, cada vez entiendo menos, Aurora me dice que ha procurado apelar a la garantía de que este sobre me llegara como un legado en muestra de agradecimiento, tendrás que leer el contenido completo para que emitas una opinión sobre algo que a mí me ha trastocado.

            Sacudo el sobre y cae en mi mano un pendrive, conozco estos cacharros por mis hijos, almacenan películas, videos, fotos, documentos y todas las mierdas con las que con sus amistades establecen sus mercadillos en informaciones encriptadas, coño, me estoy haciendo viejo para ver este tipo de avances tecnológicos y encima esta buena señora ¿se piensa que controlo esta vaina? En fin, continúo leyendo. Encontrarás todo el dossier comprimido en un pendrive que también acompaña esta carta, menos mal que me lo advierte, por su forma seguramente lo hubiera utilizado como un supositorio acabando por iluminar mi alma vía rectal, la lectura te resultará amena, pesada, intima, agresiva, terrorífica y un sinfín de sensaciones a medida que termines de leerla, ten paciencia para que puedas entender la totalidad de su contenido y te aseguro amigo mío que llegarás a asombrarte como lo he hecho yo, dispón de ella para lo que quieras, tienes mi aprobación para que hagas lo que creas más oportuno pero te advierto que si decides que vea la luz te aseguro nadie va a creer sus revelaciones.

            Arriesgas que caigan sobre ti fanáticos religiosos, teólogos, eruditos, historiadores y una larga cola de detractores por lo que vas a leer, puede resultar incluso peligroso, si opinas lo mismo destruye la memoria y olvídalo, me inquieta la conexión casual que puede implicarte en este manuscrito y temo por ti ¿implicarme? ¿Temer por mí? Cuanto más releo me da la impresión que Aurora sufre de algún trastorno de manicomio, suspiro para aclarar las fatigas que me agotan a medida que pienso lo grave de sus palabras, pero ya me tiene demasiado intrigado, nunca podré presumir de ser un valiente, fui un inconsciente en mis años de juventud enfrentándome a peligros por ignorante pero   ¿quién le puede temer a un manuscrito? ¿Alguna maldición oculta? Me da la impresión que tan solo se trata de cuentos de viejas para meter miedo.

            Serás el portador de un mensaje del pasado, busca entre sentimientos dudas y temores y quizás encuentres algo que conecta contigo, te conozco muy poco pero las cosas de la vida no suceden por casualidad, creo y perdóname por mi atrevimiento que existe un mensaje subliminal que enlaza con tu personalidad, una esencia que desprendes y siento decirlo ni tú mismo sabes de qué se trata, cuando leí toda la historia algo se reveló dentro de mi evocándote, no amigo mío, mis padres también lo percibieron y por ello eres merecedor por tu nobleza en tomar una decisión tan importante, no quiero ni pretendo asustarte imagino habrás cultivado tu esencia vital, tienes un magnetismo interior cargado de sensibilidad cubierta por la incredulidad ante tus posibilidades en emprender grandes retos futuros, ¿recuerdas el día que te ofrecí trabajar en alguna empresa de mi marido? No se trataba de un gesto cortés, presentí encontrarme con un hombre singular, un jovencito lleno de sueños emprendedores, muy seguro de si mismo y un carisma poco corriente.

            Incluso sometido a la presión que me causa la carta de Aurora decido continuar con su lectura arriesgando mi estado de salud, en ocasiones los dolores de cabeza son tan intensos que me provocan nauseas y trastornan cualquier actividad que exija incluso el menor movimiento físico por ello soy tan reacio a la ingesta de alcohol. La carta se compone de bloques de información con altos y bajos, la parte difícil ya me la he tragado ahora después de sus dudas y temores Aurora confiesa una despedida no menos inquietante, soy el portador de la única  traducción del mensaje escrito en La Biblia, ella ve en esta decisión acabada su responsabilidad por su descubrimiento donando como legado su revelación o destrucción por mí parte, me dice que viajará hasta Israel con destino el museo Yad Vashem conoce a un importante directivo en esta institución, por motivos obvios no revelaré su nombre, este museo esta erigido en la memoria de 6 millones de judíos exterminados víctimas inocentes del Holocausto nazi.

            Ha necesitado meses para solicitar una cita con este hombre para los preparativos de una ceremonia privada en donar todos los recuerdos que dejó su fallecido padre, una muestra en cerrar un capítulo en forma de ofrenda dolorosa para dar la paz a tantos fantasmas que vagan errantes en el purgatorio de la conciencia humana, La Biblia no volverá a ver la luz ni será profanada jamás por la mano del hombre, una vitrina blindada será su sepulcro en la eternidad del olvido, un objeto sagrado que contiene la energía de quienes derramaron lagrimas de sangre al sacrificar sus vidas mientras Dios no estaba atento en escuchar los gritos desgarradores con los que imploraron sus hijos a pesar de no estar educados en la religión cristiana.

            Una muy generosa donación económica por parte de Aurora a conseguido abrir puertas a su intención de aliviar el dolor y la pena que la atormentan desde que juntos nos encontramos un hallazgo que temo no a sucumbido a través de quinientos años, a dedicado por lo que relata en su carta muchos años de su vida en llegar hasta el final como un intento de preservar la integridad moral de su difunto padre. La carta la he leído varias veces intentando ver entre líneas el rostro de mi amiga Aurora, me siento conmovido a pesar de los años transcurridos, miro el vacío que se llena de imágenes con todos los seres con los que he compartido momentos gratos de mi vida y hoy no se encuentran a mi lado y sin poder contenerme lloro en silencio sintiéndome afortunado por estar solo, pocas veces he llorado por la vergüenza en sentirme débil ante los ojos de quien pueda verme, un torrente de emociones contenidas que alivian el dolor de cabeza y mi tristeza.

 

 

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